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miércoles, 31 de agosto de 2022

Oración al Dios

 


El Dios de la paz, que sacó al gran pastor del rebaño,
 a Jesús nuestro Señor, por la sangre de una alianza eterna, 
los haga a ustedes buenos en todo para que cumplan su voluntad.
Qué el haga en nosotros lo que le agrada, por medio de Jesucristo.
A él la gloria por los siglos de los siglos.
Amén.



viernes, 5 de agosto de 2022

Al BRAZO PODEROSO DE CRISTO

 



Brazo Poderoso aquí vengo con la fe de mi alma cristiana a buscar consuelo en situación tan difícil para mí.  No me desampares y las puertas que quieras abrir en mi camino sea tu Brazo Poderoso el que las abra o las cierre para resolver mi tranquilidad que tanto ansío.  Aquí ante tu imagen a tus plantas dejo la necesidad de mi súplica; la que hace un corazón afligido por el destino, que se siente vencido ya a toda lucha y no puede combatir si tu Brazo Poderoso no la detiene, sucumbirá por falta de fuerza de la razón humana.  Brazo poderoso, asísteme, apárame y condúceme a la Patria Celestial. Amén.

sábado, 25 de junio de 2022

NUESTRA PAZ (Valentín del Mazza, S.B.D)

 



    ¨Esta nuestra vida, vista desde el espacio, parece casi un azul oasis de paz, en su realidad, es tierra de angustia y de susto¨ (Juan Pablo II, 25.I. 1987).

    La geografía del miedo se extiende siempre más, nos atenaza como una fatalidad, tal un castigo de Dios y buscamos una vía de liberación.

    La Biblia con su amplitud casi triunfal, 366 veces nos exhorta a ¨no tener miedo¨, y casi 820 veces nos repite ¨estar en paz  y en el gozo¨. También el ´discurso de las Bienaventuranzas´ pronunciado por Jesús, no es otra cosa que ¨el gran manifiesto de nuestra paz¨.

    Para una eficaz estrategia de la paz personal  e interior (omitimos aquí considerar la paz en dimensión socio-político-nacional) puntualizamos enseguida dos premisas:

Primera: Que la paz no es una victoria que se puede obtener en un día, sino que es una conquista que nos empeña de por vida: es como una casa en construcción en la cual cada día hay que añadir un ladrillo.

    Hay que notar en segundo lugar, que la verdadera paz no consiste en algo objetivamente externo.  La paz de la casa es el corazón el hombre.  Toda paz auténtica es fruto de armonía interior, de orden moral, de madurez religiosa.

    La Bienaventuranza del corazón, repitámoslo, parte de nuestras disposiciones interiores.

    Lucio Aneo Séneca, muerto en el año 65 después de Cristo, viendo que su amigo Lucilo se empeñaba en viajar por el mundo en busca de paz, le escribió así: ¨Cual ventaja puedes alcanzar en todos tus viajes, en ver ciudades y lugares, novedad de paisajes, su huyes de ti mismo?  En ninguna parte encontrarás aquella paz que buscas, si no lograrás modificarte a ti mismo!

    Queremos la paz? busquemos primero ser capaces de revisar, con humildad, nuestra verdadera realidad de criaturas.  Vive de tal suerte como si todo dependiera de ti; pero, consérvate sereno como si todo dependiera de los otros, de Dios.

    Prométete a ti mismo, cada día, olvidar también los errores del pasado, para mirar cuanto de bello puede hacer en tu presente.  Sepas que también la meditación de tus faltas pueden ser principios de sabiduría.  La experiencia proviene de los hechos vistos y de la sabiduría de los errores cometidos.

    No seas demasiado engreído. Bienaventurados los que saben reírse de sí mismo, porque nunca dejarán de divertirse!

Una segunda pista:  para hallar la paz es el volver a la contemplación de la naturaleza.

    El hombre de hoy, en vez de contemplar el inmenso templo de la creación, prefiere siempre encerrarse en adoración al ¨santo coche (auto)¨.  Cabría salir un poco de esa mazmorra (cárcel) de nuestra sociedad plagada de motores para admirar tantas variedades de la naturaleza, creadas por el amor de Dios para nuestra paz.

    Si serás capaz de mirar el sol que nace o tramonta; las nubes que corren o la lluvia que caer, si serás capaz de escuchar el canto de las aves, el del viento o la dulce melodía de un riachuelo, si serás capaz de contemplar la sonriente policromía de una flor o el cielo bordado de mosaico de estrellas o el mar a veces tan hermoso y centelleante como un fino tejido oriental, si eres potente en la tempestad, como una explosión atómica: todo esto será poesía para tu corazón y paz para tu alma!

    La pista más difícil para la paz es ciertamente aquella donde encontramos a nuestro prójimo.  Los otros pueden ser un infierno, como replica el filósofo Sartre, o bien un paraíso, como enseña el Evangelio.

    No acercarse al prójimo creyéndolo enseguida un enemigo,  Si el viaje que realizas con el prójimo está enraizado de dificultades, con frecuencia esto proviene no tanto de los guijarros de la vía,  cuánto de los granitos de arena que entran en tus zapatos.  Es el egoísmo que nos hace melnacólicos en el diálogo con la gente!

    En cambio, bienaventurados lo que en el encuentro con los otros, se sientes dispuestos a hacer para ellos algún pequeño sacrificio, sin buscar recompensas.

    Bienaventurados aquellos que están disponibles hacia los demás sin sentirse indispensables.

    Bienaventurados los que saben olvidar alguna grosería y no dejan de donar al prójimo su sonrisa.

    Solo así nuestra jornada podrá ser siempre llena de sol, también si el cielo está nuboso.

    El palacio de nuestra paz tiene, como cuarta y última pared, la amistad con Dios.

    Las almas que eliminan de propósito, la amistad y alianza con Dios no puede vivir en paz.

    Un hombre sin Dios se halla amargamente solo.  En sentido opuesto, acercarse a Dios es acercarse a la alegría frente a la cual todas nuestras pequeñas felicidades terrenales no son otra cosa que un símbolo y una pregustación.  Es en Dios que la fiesta de la conversión se vuelve plenitud de paz.

    En una encendida conclusión de su predica Jerónimo Savonarola, el austero dominico que, en los comienzos del siglo XVI, fascinaba a las multitudes florentinas dijo:

¨Tu eres el dulce Dios, Señor eterno, lumbre, consuelo, y vida de mi corazón...

Cuanto más me acerco a Ti, discierno que el gozo, sin Ti es dolor.

Si tu no existieses, el cielo sería infierno, porque quién no vive contigo, muere.

Tú eres alquel verdadero y sumo Bien perfecto, sin el cual se torna llanto todo deleite...¨

    He aquí un augurio que encontramos escrito en el breviario de Santa Teresa de Jesús:

            ¨Nada te turbe. Nada te asuste. Todo pasa. Dios no cambia.  La paciencia alcanza todo.  Cuando tenemos a Dios en el corazón, nada falta.  Dios sólo basta.¨






lunes, 6 de junio de 2022

LA LIBERTAD (Valentín de Mazza, S.D.B.)

 

La libertad del paralítico que estaba cerca de la piscina del templo 
y nadie tuvo el favor de tirarlo a la piscina casi toda una vida comenzó 
a ser libre cuando Jesucristo  Dios en persona le dice: 
Levántate coge la camilla y anda, y no peques más.


    El tema sobre la conversión nos lleva al de la esencia y de la importancia de nuestra libertad.  Todas las palabras, tales: lealtad, fe, deber, conciencia, probidad, honor, virtud, son expresiones de nuestra libertad interior.  También las realidades negativas: odio, vileza, egoísmo, maldad, mentira, crueldad, crimen, no existirían si no hubiera las desviaciones queridas por nuestra voluntad.
    Cada individuo tiene el trágico poder de escoger entre el camino de la virtud y del vicio.  
¨Delante de cada hombre se abre una vía, otras vías... El alma alta (virtud) se trepa por vía alta... Y el alma pequeña (vicio) se arrastra por senda baja... En medio, entre planicies nubosas, fluctúan inciertas, invitantes, las otras vías... (John Oxenham).
    Hay, pues, diversas concepciones acerca de las opciones y las direcciones de la libertad y naturalmente, las justas y las erróneas.
    La amenaza peor para la libertad -escribe Milán Kundera, poeta checoslovaco-no consiste en dejársela arrancar, pues siempre se puede reconquistar, sino el no aprender a amarla y en no comprenderla más.
    Sin tomar una actitud de tragedia griega, no es difícil preanunciar enseguida, que la libertad no es sinónimo de espontaneidad.  Para entender menos imperfectamente la diferencia, debemos notar como en el hombre haya funciones de orientación, que residen en los sentidos y en las tendencias vitales que convergen en la libertad.
    Los sentidos dan como el arranque del movimiento, pero es la voluntad la que debe tomar el mando direccional.  Así, hay el instinto del alimento y del sexo: pero, si no entra en función la voluntad para determinar la cantidad, el modo, el tiempo, etc., he aquí que aquellas cosas que debían ser útiles para el individuo pueden resultar sobremanera perniciosa.
    La espontaneidad, pues, es orientación, polarización;  sin embargo, la verdadera libertad es elección, proporción, dosificación.
    Otro riesgo relativo a la libertad consiste en creerla separada de la renuncia.  Se nos permite recordar, con el novelista francés André Gide, que ´escoger una cosa quiere decir privarse de la inmensidad de todas las demás¨.
    Ni tememos ser desmentidos si declaramos que la libertad no consiste en hacer todo lo que se quiere.  También las plantas y los animales deben seguir leyes e instintos para nacer, crecer, desarrollarse y reproducirse.  El agua es pura y libre cuando corre entre dos orillas de un arroyuelo, no ya cuando está esparcida caóticamente en el suelo.
    También los artistas, el pintor, el escultor, el arquitecto, el músico, e incluso el político y el militar deben seguir determinadas normas de desarrollo para la creación de obras válidas y de empresas eficaces.  Lo  mismo dígase con respeto a nuestra libertad, que debe servirse de la ley moral y positiva como soporte y parámetro para no fracasar en demasía en el desarrollo humano y religioso del hombre.
    Carlos Jaspers, filósofo suizo, uno de los fundadores del existencialismo, solía afirmar: ¨Yo me siento verdaderamente libre cuando no me siento solo conmigo mismo¨.
    En fin, es esencial y radicalmente contrario a toda auténtica libertad el mal, el pecado.  El pecador es el crucificador de la propia libertad.  ¨Quién comente pecado-nos dice la Biblia- es esclavo del pecado¨-  (Jn 8, 16-18; 2 Pe. 2, 19).  El pecador es la caja mortuoria de nuestra personalidad.  Entonces, en dónde reside el esplendor de esta nuestra personalidad, la cual ¨es tan querida, como sabe quien por ella prefiere morir? (Dante, Purgatorio 1, 71-72).
    Es de optar por esta definición: la libertad consiste en la facultad de escoger los medios más idóneos para conseguir el bien.
    No siendo esta nuestra libertad una realidad absoluta como la de Dios ella ha menester evidentemente de reglas funcionales que le ayuden a centrar el bien.  Tales reglas son indispensables para ejercer la libertad en todos los sectores.  En el campo físico: si tenemos que salir de casa el medio más apto no es el saltar por la ventana sino el de bajar por la escalera.  Si el cuerpo tiene necesidad de dormir, el medio más idóneo es el de hacerlo dormir de noche.
    En el campo psicológico: nuestra mente esta hecha para la verdad, y el medio más adecuado para satisfacer esta su exigencia, deberá utilizar los canales de la verdad y de la luz.  En el caso en que quisiéramos escoger la mentira, la doblez y la profesión de la insinceridad política, haremos una opción directamente negativa en relación a nuestro mismo intelecto.
    Lo mismo pasa con la voluntad.  Ella tiende al bien por su impulso intrínseco. Ser libres equivale a tender hacia aquella madurez ética que nos hace más sencillos, más gentiles, más sinceros, más puros, más justos.
    Pero, todos estos múltiples aspectos de metodología positiva para el desarrollo de la libertad son, a su vez, ordenados y subordinados, providencialmente, a la libertad religiosa.  En concreto: las opciones que hacemos en los respectivos sectores de la vida no deben ser otra cosa sino peldaños para llegar al valor absoluto: DIOS.
    Llegado a este punto, el discurso se hace precisamente empeñativo y desemboca como en un propósito.  
    No hay lugar a duda de que la libertad sea un gran riesgo, hasta el punto en que podemos bloquear al mismo Dios en los umbrales de nuestro corazón y responder ¨No¨ a su  infinito amor.  Más, si Dios no ha dejado libres es porque quiere de sus criaturas una respuesta libre y veraz, como corresponde a hijos.
    Cuando Homan Hunt expuso su famoso cuadro ¨The light of the World:  Cristo, luz del mundo¨, que también hoy podemos admirar en la Catedral de San Pablo en Londres, el cual representa al Salvador que llama a la puerta del alma; invitó a los críticos y a  los artistas para que expresaran su juicio.  Todos derrocharon alabanzas, sólo uno se adelantó y preguntó:
-Disculpe, señor Hunt, yo encuentro un defecto en su cuadro: ha olvidado el picaporte, cómo se puede entrar?
-Jovencito-contestó tranquilamente el pinto-la puerta que golpea Cristo se abre solo de adentro: Dios entra solamente si el hombre lo acepta.
    El triunfo de la libertad de los hijos de Dios consiste precisamente en escoger, en tender, y en aceptar la amistad con el Señor.
    Se consigue todo lo que se quiere, cuando se quiere lo que el Señor espera de nosotros.
  

Señor! Esta es la libertad: 
buscar lo verdadero hasta su vértice:
más allá de lo cual no se puede ir!
Señor! Que don maravilloso es la libertad, 
cuando hago tantos pasos de bondad!
Señor! Enséñame lo que debo hacer, 
para alcanzar la pureza de tu corazón!
Amén.






domingo, 29 de mayo de 2022

2. LA CONVERSIÓN (Valentín de Mazza, S.D.B.)

 



Nuestra historia esta infectada espiritualmente.  No podemos negarlo.  Pero, dependen de cada uno de nosotros el empeño y el riesgo de una mayor civilización y un verdadero progreso moral.  Es inútil maldecir al mundo si no nos modificamos a nosotros mismos:  el saneamiento moral de la sociedad empieza desde nuestro corazón.  

Narra una leyenda oriental que un discípulo hizo a un día a su maestro esta observación

-Rabí, se dice que Dios es perfecto; sin embargo, a pesar de haber empleado seis días para crear el mundo, éste no es perfecto.

-Acaso, tu lo habrías hecho mejor?-contestó el maestro.

-Ciertamente!-tartamudeó el discípulo, expresando su pensamiento, sin mucho reflexionar.

-Si es así, terminó diciendo el Rabí, no pierdas tiempo, ponte enseguida al trabajo!-

Un periodista estaba quejándose de la situación de la iglesia en el mundo y pidió cuál fuera la causa a la madre Teresa de Calcuta.  Ella, después de un momento de perplejidad, preguntó si podía hablar con confianza.

-Claro que sí-respondió el periodista.

Entonces, la madrecita de los leprosos observó con calma: -Hay sobre todo dos cosas que no funcionan debidamente.

-Cuáles? pregunto el otro.

-Usted y yo.-Contestó la madre Teresa.

La llamada a la conversión resuena muchas veces en la Biblia.  Las primeras palabras dichas a Jesús y consignadas en el Evangelio de San Marcos son estás: ¨Convertíos¨ (Mc 1, 15).

La verdadera conversión para a través de dos coordinadas psicológicas.  Es ante todo, un cambio de mentalidad (metanoia), por lo que se empieza a pensar no tanto en parámetros de criterios humanos, cuanto más bien con la óptica del Evangelio.  En segundo lugar, la conversión es cambio de conducta y de acción (epistrophé), como reflejo y proyección de la transformación mental y del corazón.

    Toda la dinámica de nuestra esencia de criatura nos invita a la conversión, es decir, a movernos generosamente hacia el país de los valores y de la virtud.

    Puesto que la vida, limitada por los intereses personales, acaba con volverse, pronto o tarde, insoportable; solamente abriendo de par en par las ventanas sobre el mundo más espacioso de la perfección cualitativa de nuestro ser, podemos también tolerar los aspectos más trágicos de la existencia.  

    La vida se nos ha dado para que sea transformada en mejor.  Creados a semejanza de Dios, estamos invitados a volvernos imágenes nítidas.

    Nacer es un don, pero llegar a ser hombres ¨promovidos¨ es un arte.  Ser plenamente hombres quiere decir empeñados en la consecución de aquel fin por el cual fuimos creados, por el contrario, ser los enemigos de la vida equivale a no tener nada digno por cumplir mientras somos destruídos por el tiempo.  También la libertad nos ha sido dada para tener la posibilidad de ser virtuosos, mejores.

    La conversión es, secundariamente, también una responsabilidad de familia, una exigencia comunitaria, en fuerza de nuestra solidaridad social.

    La ola que vemos en la orilla del mar es el impulso de todo el océano; un sonido lanzado en el espacio hace vibrar toda la atmósfera, un transistor abierto detecta cualquier contacto eléctrico y todas las otras interferencias de sonido.  También en el cuerpo humano rige la ley de la solidaridad.  Uno de nuestros órganos enfermos bloquea todo el cuerpo, en cambio, un órgano super-vitalizado influye con energía y movimiento sobre las otras partes del cuerpo.

    Esto vale también a nivel moral.  Hay la comunión de los Santos en el bien y hay la comunión de los pecadores en el mal.

    Nosotros no nos estamos desligando del contexto social, pero to nuestro gesto y acción representan un momento en el cual o baja o se eleva, espiritualmente, la humanidad.  No basta, pues, la ciencia para imprimir en la sociedad una dimensión moral, sino que necesitamos que la conciencia del bien pase por el corazón de cada uno.  Un cuchillo: en las manos de un cirujano es un bisturí que sana, pero en las de un asesino es un puñal que mata.

    No queda otra cosa, sino formular algún propósito para que nuestra meditación se vuelva empeño de acción.  

    La conversión! Tal vez es ésta la tarea más bella de la criatura!  Todo hombre siente la necesidad de subir siempre más arriba en personalidad.  Sólo el hombre mediocre está a la altura de sí mismo.

    Si no centramos este fin primario de nuestra existencia, nos ponemos completamente fuera de la armonía del universo y del derecho de juzgar a los hermanos.

    La vida es siempre breve: también 100 años son solamente 36,500 días, pero vivir 20, 50, 90 años no es todo esencial, la cosa más importante es convertirse en hacer el bien, el generar a nosotros mismos a la virtud.

    El verdadero bienestar no consistes en poseer, sino en ¨bien-ser¨, es decir, en ser para el bien, en hacer florecer en nosotros el bien y la virtud.

    En tal forma nuestra conversión será también una bendición para los otros.  La gente espera ser enriquecida con valores evangélicos.

    No es necesario que nos presentemos al mundo con gestos clamorosos, heroicos: el que camina haca el Señor es ya un testimonio ferial del Reino de Dios.  Mas bien, muchas veces, son las realidades más humildes, las que condicionan las que son más deslumbrantes.

    Un proverbio toscano dice: ¨Para impedir que un carro baje en declive o para que volque el que sube, basta una piedra¨.

    No debes desanimarte si tu conversión no es perfecta. Ciertamente, es algo maravilloso correr expeditamente en el camino de la santidad, sin embargo, también cojeando algunos momentos esto no impide que tu puedas llegar igualmente.

    Nuestra conversión no es sólo un pasar ocasional del pecado a la gracia, sino un recorrido lento, a veces trabajoso y arriesgado, que va desde lo exterior hacia nuestro yo interior: es decir que la conversión no es un punto de llegada, sino un continuo andar hacia la pureza sustancial de la vida, no es un ocaso sino aurora.

    Sería indudablemente bello empezar hoy mismo, valerosamente.  Deberíamos trasladar a mañana sólo aquello que, en el momento de la muerte quisiéramos no haber nunca cometido.

Señor¡ Tu me llamas y me atraes y quieres que vaya a Ti...

En medio de mi angustia yo siento tu voz que me invita a caminar hacia Ti.

Cuan bello es, Señor, empezar de nuevo a buscarte cada día!

Re-empezar es como renacer, es como volver a ver el Sol!

Emprender a andar de nuevo es creer de veras en tu amor, por esto mi alma

canta sin nunca cansarse!

martes, 24 de mayo de 2022

1. La lucha -Valentín del Mazza, S.D.B.

 



Del Evangelio según San Mateo: ¨...El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo.  Pero, mientras los criados dormían, llegó su enemigo y sembró cizaña en medio del trigo y se fue.

    Cuando brotó las mies y produjo fruto, entonces apareció también la cizaña?

    Los criados del dueño de casa fueron a decirle:

        -Señor, no sembraste buena semilla en tu campo? De dónde viene ahora la cizaña?

El le contestó:

    -Un enemigo hizo esto.

Los criados le dijeron:

    -Quieres que vayamos a recogerla?

    -No, no sea que al recoger la cizaña, arranquéis el trigo con ella.  Dejadlos crecer juntos hasta la siega, y al momento de la siega diré a los segadores: 

    Recoged primero la cizaña y atadla en hacer para quemarla; en cambio, el trigo juntadlo en mi granero¨ (Mt 13, 24-30).

La alusión es clara.  La cizaña y el buen trigo son como los dos testigos de una perenne lucha entre el mal y el bien, entre la tinieblas y la luz, entre el egoísmo y el altruismo

Sin embargo, la última palabra de la historia no será de las tinieblas o del mal, sino y definitivamente, la del triunfo del bien y del AMOR. Nos lo ha prometido el Señor.  Pero, nosotros todos debemos colaborar audazmente, confiadamente.

Desde ahora podemos prospectar dos contraofensivas pacíficas: el optimismo a nivel intelectual y el empeño apostólico a nivel de voluntad y acción.  El optimismo no es insipiencia o ingenuidad, sino fruto de esperanza psicológica y teologal.

    El verdadero optimismo no consiste en buscar y predicar que todo marcha bien, sino en no creer que el mal puede tener la última palabra.

    El optimismo cristiano cree firmemente en la existencia de la luz, aún cuando no veamos envueltos en espesa tiniebla.  Es la noche que oculta, como un regazo, albas radiosas.

    También en los montes rocosos pueden brotar flores hermosísimas....

    El optimismo cristiano tiene su máximo fundamento en Jesús.  El mundo ha sido salvado por Cristo.  Nuestra historia no es un espacio vacío, donde todo puede suceder, sino el reino de Dios ya comenzado en la tierra.  

    ¨Si no hubiera la cruz de Cristo-afirma Fyodor Dostoevskij en su romanzo ¨Los hermanos Karamazov¨-, nos hallaríamos todos en un callejón sin salida, pero Cristo ha resucitado y ha derrotado la muerte en el mundo...Ni siquiera puedo imaginar a los hombres fuera de Ël...¨

    Cristo ha resucitado.  Quién puede inventariar las resurrecciones de todos los días en la transformación de los corazones?

    Aunque se rompieran todas las lámparas, jamás se apagará la luz y aunque tuviésemos la sensación de que el mundo se derrumbe, nosotros no dejaríamos de esperar, puesto que Cristo nos ha envuelto en su eterno triunfo de gloria!

    Este proceso cualitativo de rescate moral no, empero, automático y lineal, sino que es obra de Dios con la colaboración de sus criaturas.  Providencia divina y responsabilidad humana son como la clave para resolver, positivamente, nuestra crónica negra y transformarla en historia de progreso y de civilización.

    Se narra que dos niñas iban a la escuela a pie, corriendo el riesgo de llegar atrasadas.  Dijo una de ellas: Recemos a la Virgen para que haga llegar a tiempo¨.    

    Contestó la otra; Cierto! Pero, mientras rezamos, busquemos el modo de correr!¨.

    También de nuestra respuesta de acción depende el presente y el futuro de nuestra vida y de la historia. 

    Es nuestro el ¨hoy¨ vivido con virtud y empeño ético, que engendra un mañana mejor.

Por esto, cada discípulo de Cristo debe sentirse responsable de hacer crecer la historia tal como lo ha soñado el corazón de Dios.

    Se ha escrito que la intrepidez es el alma del éxito.

Las características de las aves es la seguridad en volar.

El distintivo del novio es el anhelo constante de cantar su amor a la persona amada.

Pero, las características de los que pertenecen al reino de CRISTO es vivir, actuar audazmente en la esperanza de que al final el bien vencerá el mal y toda huella de muerte!


Señor, hay tanto mal en el mundo, en nosotros, en nuestra casa!
Pero mi esperanza es inmensa como el océano.
Dónde estás tu, Señor, vuelve la vida!
Por donde tu pasas florece el desierto!
Donde tu miras se esclarece el cielo y el corazón se torna sereno.
Señor, ayúdame a hacer nacer, contigo, el sol cada mañana.
Señor, hazme transparente como un cristal, de manera que tu presencia 
y la luz de tu amor pasen también a través de mí!



No tengo miedo