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jueves, 19 de enero de 2023

Prayer in Times of Sickness

 


Lord Jesus Christ, Our Redeemer,

by the grace of your Holy Spirit

cure the weakness that has overtaken

your servant.

Expel all afflictions of mind and body

from your servant,

Mercifully restore to full health and enable

the resumption of former

duties to your servant,

for you are Lord for ever and ever.

Amen.

The use of Blessed Oil in times of sickness must be accompanied by the prayer for the sick.

sábado, 19 de noviembre de 2022

SÚPLICA EN EL TEMOR

 




Señor, hay nubes en el horizonte.
El mar está agitado.
Tengo miedo.

El recelo me paraliza la sangre.
Manos invisibles me tiran hacia atrás.
No me atrevo.

Una bandada de oscuras aves 
está cruzando el firmamento.
¿Qué será?

Dios mío, di a mi alma:
Yo soy tu Victoria.

Repite a mis entrañas: 
no temas, yo estoy contigo.

jueves, 29 de septiembre de 2022

Oración a San Rafael Arcángel

 


Oh poderoso Principe de la Gloria
 San Rafael, 
llamado medicina de Dios,
salud de los enfermos, 
luz de los ciegos, 
guía de caminantes,
 protector de la limosna, 
del ayuno y de la oración:
 por aquella caridad con que
acompañaste al joven Tobías, 
te pido glorioso, protector mío,
 me libres de todos los males
 y peligros y me acompañes en la peregrinación, 
de esta vida mortal, 
para llegar felizmente 
al puerto de la salvación en la eterna.

Padrenuestro



lunes, 5 de septiembre de 2022

Oración al Niño Dr. de los enfermos

 





¡Divino Niño Doctor de los enfermos!
¡Divino Niño Doctor!
Tu que me curas todas las enfermedades al ver los innumerables peligros
que me rodean y las enfermedades de mi cuerpo y alma, quisiste ser mi Jesús, 
es decir, mi salud.
¡Gracias, Jesús mío!
Concédeme, te lo ruego, la salud de cuerpo y alma, a fin de que salga triunfante
en la obra de mi Salvación a pesar de todos los males que padezco.
Amén.

domingo, 14 de agosto de 2022

Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt

 



Dios te salve María Madre de Dios.
Madre Reina y Victoriosa

Estoy en tu mirada, enfermo, 
con mucho miedo que no me animo a reconocer.


Ayuda Madre Admirable.   

Que comprenda y sienta que no estoy solo, 
que estás tu a mi lado como mi Madre.


Ayuda Madre Admirable.  

Que abra mi corazón y deposite con confianza
 todos mis sufrimientos miedos y miserias en el tuyo.


Ayuda Madre Admirable.  

Tú que siempre me has amado y conocer el dolor, 
dame fuerzas como mi Hermano Jesús, 
en el camino del calvario.

Querida Madre Tres Veces Admirable.

Recibe mis amargos sufrimientos en el Santuario,

 donde por amor, son transformados en gracia 

que Tú derramas para gloria de la Santísima Trinidad.

Cobijados y aliviados en tus brazos,

 transformado por tu amor, pueda, Madre, 

servir como apóstol y participar con Cristo

 en la salvación de las almas.

Por Amor a Ti, Dios Padre Misericordioso.

Y así, cuando llegue la tarde 

en que sonriendo vengas a buscarme, 

cante para siempre junto a Tí: 

¡ Mi alma glorifica al Señor. 

Y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador!

Porque puso sus ojos en la pequeñez de su esclava!

¡ Santo es su nombre! 

Y su misericordia se derrama de generación en generación.

En tu poder y tu bondad fundo mi vida;

en ellos espero confiado como niño.

Madre Admirable, en ti y en tu Hijo en toda circunstancia

creo y confío ciegamente.

Amén.

Lávame, Señor y quedará más blanco que la nieve.

Señor, sudaste Sangre en el Huerto de los Olivos

y aceptaste la cruz tan pesada, 

llena de pecados y dolores para salvarme.

Hoy tengo que aceptar la cruz de una operación

y los dolores que sufriré.

Jesús, Dios mío, haz que estos dolores aceptados con amor

puedan salvar las almas, las que Tú quieres que por mí sean salvadas.

Gracias Señor.

Consagración

Oh, Señora, mía, oh Madre mía.

Yo me ofrezco todo a Tí, 

y en prueba de mi filial afecto

te consagro en este día:

mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, 

en una palabra, todo mi ser.

Ya que soy todo tuyo, oh Madre de bondad

guárdame, defiéndeme, utilízame,

como instrumento y posesión tuya.

Amén.


Desde 1914 Schoenstatt es un lugar de gracias mariano.  La Santísima Virgen quiere atraer a los hombres al Santuario y formarlos como miembros vivos de la iglesia de hoy.


viernes, 5 de agosto de 2022

Ave, Maris Stella (Himno)

 






Salve, del mar estrella, de Dios Madre Sagrada, Y siempre Virgen Pura, 
Puerta del cielo Santa.  Pues de Gabriel oíste el Ave, oh Virgen sacra, 
En él mudando el de Eva, Da paz a nuestras almas.
A los ciegos da vista, Los prisioneros desata, Destierra nuestros males, 
Nuestros bienes alcanza.  Muéstrate Madre nuestra, Y lleguen tus plegarias
Al que, por redimirnos, Nació de tus entrañas.
Oh sin par Virgen-Madre, la más dulce entre tantas, libra el alma de culpas, 
Hazla muy pura y mansa.  Renueva nuestra vida, El camino prepara, 
Y así a Jesús veamos alegres en la Patria.
Rindamos a Dios Padre, Y a Cristo su alabanza, Y al Espíritu Santo, 
Una a los tres sea dada.  
Amén.


Al BRAZO PODEROSO DE CRISTO

 



Brazo Poderoso aquí vengo con la fe de mi alma cristiana a buscar consuelo en situación tan difícil para mí.  No me desampares y las puertas que quieras abrir en mi camino sea tu Brazo Poderoso el que las abra o las cierre para resolver mi tranquilidad que tanto ansío.  Aquí ante tu imagen a tus plantas dejo la necesidad de mi súplica; la que hace un corazón afligido por el destino, que se siente vencido ya a toda lucha y no puede combatir si tu Brazo Poderoso no la detiene, sucumbirá por falta de fuerza de la razón humana.  Brazo poderoso, asísteme, apárame y condúceme a la Patria Celestial. Amén.

martes, 14 de junio de 2022

Súplica en la enfermedad




 
A Ti, Señor, que pasaste por este mundo ¨Sanando toda dolencia y toda enfermedad¨,
levanto mis gritos y gemidos, yo, pobre árbol azotado por el dolor.   
Hijo de David ten compasión de mi.
Mi salud se deshace como una estatua de arena.  Estoy encerrado en un círculo fatal:
el hospital, la cama, los análisis, los diagnósticos, el alcohol, el algodón,
el médico, el enfermera...no salgo de ese círculo.
Una fiera llevó clavada en lo más recóndito de esta parte del cuerpo,
 y nadie descubre su figura.  Ten piedad de mí, Señor.
Dios mío, cada mañana me levanto cansado; mis ojos enrojecen de tanto insomnio.
Con frecuencia me siento pesado como un saco de arena.  Mis huesos están carcomidos,
mis entrañas deshechas, y como un perro rabioso me muerde el dolor.
Y, sobre todo, el miedo, Señor.  Tengo mucho miedo.  
El miedo, como un vestido mojado, se me pega al alma.
¿Qué será de mí?  ¿Amanecerá para mí la aurora de la salud?
¿Podré cantar algún día el aleluya de los que se sanan?
¿Me visitarás alguna vez, Dios mío?
¿No dijiste un día, ¨levántate y anda¨?
¿No dijiste a Lázaro: ¨Sal fuera¨?
¿No se sanaron los leprosos y caminaron los cojos al mando de tu voz?
¿No mandaste soltar las muletas, caminar sobre las aguas?
¿Cuándo llegará mi hora?
¿Cuándo podré narrar, también yo, tus maravillas?
Hijo de David, ten piedad de mí, Tú que eres mi única esperanza.
Sin embargo, sé que hay otra cosa peor que la enfermedad: la angustia.
Es buena la salud pero mejor es la paz.
¿Para que sirve la salud sin la paz?
Y lo que me falta ante todo es la paz, mi Señor Jesucristo.
La angustia, sombra oscura hecha de soledad, miedo e incertidumbre, 
la angustia me asalta a ratos, y  a veces me domina por completo.
Con frecuencia siento tristeza, y a veces tristeza de muerte.
Necesito paz, Señor Jesús, esa paz que sólo Tú la puedes dar.
Dame esa paz hecha de consolación, esa paz que es fruto de un abandono
confiado.  Dejo, pues, mi salud en manos de la medicina, y haré de mi parte
todo lo posible para recuperar la salud.  Lo restante lo dejo en tus manos.
A partir de este momento suelto los remos, y dejo mi barca a la deriva de las corrientes
divinas.  Llévame a donde quieras, Señor.
Dame salud y vida larga, pero no se haga lo que yo quiero sino lo que quieras tú.
Se que está noche me consolarás.  Lléname de tu serenidad, y eso me basta. 
Así sea.


domingo, 22 de mayo de 2022

Oración de Bartimeo (Post sanación)

 





Jesús, hijo de David, has pasado junto a mí haciendo el bien,
has escuchado el clamor de mis gritos de auxilio y tu persona misericordiosa se ha volcado hacia mí, un mendigo ciego en el camino.
Me has hecho llamar, emerger de mi ruinosa existencia; 
me has mirado a los ojos y me has regalado tu tiempo,
 dignificándome ante todos; has dado voz a mis labios
preguntando en tu hospitalidad: 
''¿Qué quieres que haga por ti?¨
Desde lo más hondo de mi ceguera, 
desde lo más clarividente de mi alma te he contestado:
-¨Rabbuní, que vea¨.
Tú eres la luz sin tinieblas has respondido:
-¨Vete, tu fe te ha salvado¨.
Gracias, Jesús.
Sencilla, pero profundamente, gracias, 
por permitirme hacer experiencia de ti, 
siguiendo tus huellas, saboreando tu luz.
Lleno de tu gracia, quiero alumbrar a otros.
Aquí está Bartimeo, Señor, en camino, 
¿Qué quieres de mí?
Amén.

viernes, 6 de mayo de 2022

Oración para ser escuchado por Nuestro Señor Jesucristo

 



Señor Jesucristo enséñame a caminar humildemente ante Dios.  Ayúdame a  reconocer que sin la ayuda del cielo nada lograré.  Humildemente, pidiéndole a Dios toda la fortaleza que necesito y que yo no tengo, y dándole gracias por sus continuas y admirables ayudas.  Pidiéndole que venga a socorrer a tantas pobres pecadores que están como yo, expuestos a caer gravemente si no les llega una muy especial ayuda de lo alto.  Humildemente y creyendo que el Omnipotente está siempre a nuestro lado como el aire que nos rodea, como la luz que nos circunda durante el día, y a toda hora presente para ayudar a  quienes solicitan apoyo.  Señor que yo camine humildemente en tu presencia, que no me canse de pedir tu ayuda y que cumpla siempre aquel consejo de San Pablo.  ¨Hay que buscar la santidad, con temor y temblor pues fácilmente puedo caer en la tentación.
Amén.


miércoles, 27 de abril de 2022

ORACIÓN A MARÍA POR UNA BUENA MUERTE

 



ORACIÓN POR UNA BUENA MUERTE

Oh María, concebida sin pecado, reza por nosotros que acudimos a ti.  Refugio de los pecadores,  Madre de los moribundos, no nos abandones a la hora de la muerte.  Consíguenos la gracia de la contrición perfecta, el propósito firme de la enmienda, el perdón de nuestros pecados, la recepción digna del Viático y el consuelo del Sacramento de la unción de los enfermos, para que aparezcamos con más seguridad delante del trono de Dios, Nuestro Redentor. Amén.

No tengo miedo