Querida Virgen y Mártir siciliana,
que la Iglesia nombra en la Plegaria Eucarística,
valerosamente rechazaste grandes promesas
e hiciste frente a las amenazas permaneciendo fiel
a tu amado Señor. Durante siglos los cristianos han
invocado tu nombre, especialmente en el problema de la vista.
Ahora imploramos tu ayuda a nombre de ....
También te pedimos que nos enseñes a imitarte
y evitar toda ceguera espiritual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.