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jueves, 26 de mayo de 2022

ROSARIO EN HONOR AL SANTÍSIMO SACRAMENTO

 Eucaristía es la presencia real del Señor.
Siendo el pan una comida que nos sirve de alimento
 y se conserva guardándole, 
Jesucristo quiso quedarse en la tierra 
 bajo las especies de pan,
 no sólo para servir de alimento
 a las almas que lo reciben en la sagrada Comunión,
 sino también para ser conservado en el Sagrario
 y hacerse presente a nosotros, manifestándonos
 por este eficaz medio, el amor que nos tiene. 
Amén.

            Dice Jesús:

                Mirad mi amor y Misericordia que se ofrece 
aquí para la salvación de los hombres.  
Mirad que necesito tus labios, tus manos y tus pies.
 Ayúdame a salvar almas.

            Habla Tu Siervo:

Señor Jesús, me doy a ti te entrego todo mi ser.
Señor Jesús, me ofrezco a ti para la salvación 
de los hombres has que toda mi vida y mis obras
sea de tu ayuda.  Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad.
Amén.

            La Señal de la Cruz:

Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos 
líbranos, Señor, Dios nuestro.  En el nombre del
Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

            Todos:

Yo confieso ante Dios Todopoderoso, 
ante Santa María siempre Virgen,
 San Miguel Arcángel,
San Juan Bautista,
los Apóstoles San Pedro y San Pablo,
todos los Santos
y ante vosotros hermanos, 
que he pecado mucho, 
de pensamiento, palabra y omisión.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María siempre Virgen,
A San Miguel Arcángel,
A San Juan Bautista, 
los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, 
a todos los santos y a vosotros hermanos
que intercedáis por mi ante Dios
nuestro Señor. 
Amén

            Padrenuestro:

Padre nuestro, que están en el cielo, 
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas
como también nosotros perdonamos a los que 
nos ofenden; no nos deje caer en la tentación, 
y líbranos del mal.
Amén.

                    Ave María:

                                        Dios te salve, María, llena eres de gracia,
                                        El Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, 
                                        y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
                                        Santa María, Madre de Dios, 
                                        ruega por nosotros, pecadores, 
                                        ahora y en la hora de nuestra muerte.
                                                                Amén.

                El Gloria:

Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, 
ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
Amén.

                Estación: (en las cuentas grandes)

En memoria, Señor de Tu pasión, de tu muerte en la cruz, 
de Tu agonía, por tanto se aflige el alma mía,
yo te ofrezco Señor, esta estación.
Ojalá que me guié a la salvación, 
pues todos mis sentidos a porfía con respeto,
contento y alegría, se enajenan en tu contemplación.
De un pecador contrito y humillado, dígnate recibir esta ofrenda:
Concedme Tu gracia, Dios amado y Tu misericordia a mi descienda.
Pues te adoro. Señor, con fe sincera y con fervor mi alma te venera.

¡Viva Jesús Sacramentado!

¡Viva y de todos sea muy Amado!

                El Credo:

Creo en Dios Padre, Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.
Y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido
por obra y gracia del Espíritu Santo.  Nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el Poder de Ponció Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado.
Descendió a los infiernos, al tercer día resucitó entre los muertos, 
subió o los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, Todopoderoso.
Desde allí vendrá a juzgar a vivos y a muertos.  Creo en el Espíritu Santo,
la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.

            Todos: 10 veces (cuentas pequeñas)

Oh Dios Mío! yo creo, adoro, espero y os amo. 
 Y pido perdón por los que no creen,
no adoran y no esperan y no os aman.

Santísmimo Sacramento, 
seas bendito y alabado 
y eternamente adorado,
Oh SOBERANO.

            Oración Final:

Creo, ¡Oh Señor! que estas realmente presente,
ahora y aquí, en la Hostia Santa.
Creo que estas presente con Tu Cuerpo
resucitado y glorioso como Verdadero Dios 
y Verdadero Hombre.
La SAGRADA HOSTIA solo vela 
Tu divina presencia a mi vista natural;
pero sé que desde ella me miras, 
me escuchas y me comprendes.
Gracias Señor, por el don qie me haces 
de creer en Tu Presencia Eucarística 
compartiendo así la fe que en ella siempre he tenido
 y tiene tu Santa Iglesia.
Pero mi fe en tu presencia es aún poca y débil. 
 Ayúdame, ¡Oh Jesús!, 
para que sea más grande y profunda 
de tal forma que me mueva a acudir a ti
 con más frecuencia y con mejores disposiciones.
¡Así sea!


1 comentario:

  1. Se recomienda rezarlo en el Santísimo puede ser en forma individual o en un grupo de oración ante la Sagrada Hostia. También lo puede hacer en su hogar con su familia.

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