Te venero y Te glorifico,
¡Oh, Santísima Trinidad! junto a la inefable gloria
con la cual Dios Padre, en su Omnipotencia,
honra eternamente al Espíritu Santo.
Te magnifico y bendigo,
¡Oh, Santísima Trinidad! junto a la más reverente
gloria con al cual Dios Hijo,
en inefable sabiduría,
glorifica eternamente al Padre y al Espíritu Santo.
Te adoro y Te exalto, ¡ Oh, Santísima Trinidad!
junto a la más propia y adecuada gloria
con la cual dad que no cambia,
exalta eternamente al Padre y al Hijo.
Amén.
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