Oh Dios, Tú diste a San Vicente de Paul
virtudes apostólicas para la Salvación de los pobres
y la formación del clero. Concede que,
dotados de ese mismo espíritu,
amemos lo que él amo y actuemos de acuerdo
con sus enseñanza.
Amén.
La oración nos ayuda a creer, esperar y amar, incluso cuando nos dificulta nuestra debilidad humana (San Juan Pablo II, Carta Novo incipiente 8-IV 1979, n.10).
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