¡Guíame! ¡Dulce Luz: a través de las tinieblas
que me envuelven guíame Tú, siempre más adelante!
¡Negra es la noche, lejana la casa: guíame Tú,
siempre más adelante! ¡Sostén mis pasos
no quiero ver cosas lejanas!;
me basta un paso a la vez.
Así no he sido siempre ni siempre te lo he pedido
para que Tú me conduzca siempre más adelante!
¡Guíame, dulce Luz, guíame Tú, siempre más adelante!
Amén.
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