Oh buen San Gerardo,
intercesor poderoso delante de Dios
y hacedor de maravillas,
te invoco y pido me ayudes.
En tu vida siempre tratabas de hacer
la voluntad divina: ayúdame a mi
también hacerla.
Pide al Señor de la vida,
de quién procede toda paternidad,
que yo tenga hijos.
Quiero criarlos bien para que sirvan a Dios
en esta vida y herederos el reino
de Su gloria en la vida venidera.
Amén.
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