Oración ante el crucifijo

Mírame aquí, oh bondadoso, dulcísimo Jesús, postrado de rodilla en Tu divina presencia, para pedirte y rogarte, con todo el fervor de mi alma, que Te dignes grabar en mi corazón los más vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad; un verdadero arrepentimiento de mis culpas, y un propósito firme de enmendarme de ellas, mientras con sumo afecto y dolor contemplo Tus cinco llagas, teniendo presente, oh bien Jesús, lo que ya había puesto en Tus labios el profeta David: ¨Han taladrado Mis manos y Mis pies; han contado todos mis huesos.¨

 Se otorga indulgencia plenaria en cada viernes de cuaresma y tiempo de Pasión a los fieles que después de la comunión digan las oraciones anteriores ante  una imagen de Cristo crucificado; en cualquier otro día la indulgencia es parcial. (Num 22).