Dios, que en tu providencia quisiste edificar la Iglesia
sobre la roca de San Pedro, mira con bondad a
nuestro Papa y concédele la gracia de ser para tu pueblo principio
y fundamento visible de la unidad de fe y de comunión.
Amén.
La oración nos ayuda a creer, esperar y amar, incluso cuando nos dificulta nuestra debilidad humana (San Juan Pablo II, Carta Novo incipiente 8-IV 1979, n.10).
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