Oh mi Dios, confiando en Tus bondades y promesas infinitas,
yo espero obtener el perdón de mis pecados con la ayuda de Tu gracias,
y la vida eterna a través de los méritos de Jesucristo, Mi Señor y y Mi Redentor. Amén.
La oración nos ayuda a creer, esperar y amar, incluso cuando nos dificulta nuestra debilidad humana (San Juan Pablo II, Carta Novo incipiente 8-IV 1979, n.10).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.