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martes, 24 de enero de 2023

Coronilla a la Divina Misericordia

 

La coronilla de la Divina Misericordia se reza como un rosario común.  En el Santuario Nacional de la Divina Misericordia en Stockbridge, Massachusetts, el rezo de la Coronilla es precedido por dos oraciones tomadas del Diario de Santa Faustina y seguido por una oración final.
La Coronilla puede rezarse a cualquier hora, pero nuestro Señor pidió eficazmente que se recitará en forma de novena, durante los nueves días anteriores a la Fiesta de la Misericordia. 
Hizo esta promesa: Durante este novenario concederé a las almas toda clase de gracias (Diario, 796).  Podemos rezar esta novena de coronillas por nuestras propias intenciones particulares o podemos ofrecerlas junto con la Novena a la Divina Misericordia por las intenciones diarias dictadas por nuestro Señor a Santa Ma Faustina.
Nuestro Señor dijo a Santa Faustina:
Reza incesantemente esta coronilla que te he enseñado.
Quien quiera que la rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte...
Cuando rece esta coronilla junto a los moribundos, Me pondré entre el Padre y el alma agonizante no como el Juez justo sino como el Salvador misericordioso...
Los sacerdotes se le recomendará como la última tabla de salvación.
Hasta el pecador más empedernido, si reza esta coronilla una sola vez, recibirá la gracia de Mi misericordia infinita.  Deseo que el mundo entero conozca mi misericordia...
A través de ella obtendrás todo, si lo que pides está de acuerdo a Mi voluntad. 
(687, 1541, 1731)


Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración (opcional)

Expiraste, Jesús, pero la fuente de vida brotó para las almas y el mar de misericordia se abrió para el mundo entero.  Oh fuente de vida, insondable Misericordia Divina, abarca al mundo entero y derrámate sobre nosostros.  (Diario, 1319).

Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una Fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío.

(Diario, 84)

Padre Nuestro

Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea Tu nombre; venga a nosotros Tu reino; hágase Tu voluntad en la tIerra como en el cielo.  Danos hoy nuestro pan de cada día; perdonanos a los que nos ofenden; no nos deje caer en la tentación, y líbranos del mal.

Amén.

Ave María

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.  Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.  Amén.

Credo de los Apóstoles

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.  Creo en Jesucristo, Su único hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso.  Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.

Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

En la cuenta grande el Padre Nuestro:

Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero (476).

En las 10 pequeñas cuentas de cada decena:

Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

Repita el Padre Eterno y por sus dolorosa Pasión 

(Rece cuatro decenas más)

Después de cinco decenas, la doxología final:

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, 

ten piedad de nosotros y del mundo entero.

Oración final (opcional)

Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos somentamos a Tu Santa Voluntad, que es el Amor y la Misericordia Mismos (950).



Oración de la Divina Misericordia

Oh Dios de gran misericordia, bondad infinita, hoy toda la humanidad clama, desde el abismo de su miseria, a Tu misericordia, a Tu compasión, oh Dios; y grita con potente voz de la miseria.  Dios indulgente, no rechaces la oración de los desterrados de esta tierra.

Oh Señor, bondad inconcebible que conoces perfectamente nuestra miseria y sabes que por nuestras propias fuerzas no podemos ascender hasta Ti, Te imploramos, antícipanos Tu gracias y multiplica incesantamente Tu misericordia en nosotros para que cumplamos fielmente Tu santa voluntad a lo largo de nuestra vidas y a la hora de la muerte.  Que la omnipotencia de Tu misericordia nos proteja de las flechas de los enemigos, como Tus hijos, esperemos Tu última venida, ese día que conoces solo Tú.  Y pesar de todo nuestra miseria, esperamos recibir todo lo que Jesús nos ha prometido, porque Jesús es nuestra esperanza; a través de su Corazón misericordioso, como a través de una puerta abierta, entramos en el cielo.


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