¡Oh Padre, que me has donado al Hijo,
y con Él, todas las cosas concédame la gracia
de saber percibir en la armonía del universo
tu presencia y tu inefable amor!
¡Señor Jesús! que tan a menudo has tomado el
camino de los montes para manifestar tu unión con el
Padre, atráeme hacia lo alto y hazme peregrino de
cosas celestes.
¡Oh, Espíritu Santo! que transforma con tu invisible
poder las realidades creadas en instrumentos de vida
divina, has que yo suba siempre más en adoración
con todos los hermanos, hacia la Trinidad.
vertiente de toda belleza y de toda bendición.
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.