Padre Nuestro y Ave María
¡O Jesús, Creador del Cielo, y de la Tierra, al que nada puede contener ni limitar! Vos abarcáis todo; y todo es sostenido bajo Vuestra amorosa potestad. Acordaos del dolor muy amargo que sufristeis cuando los judíos, con gruesos clavos cuadrados, golpe a golpe, clavaron Vuestras Sagradas Manos y Pies a la Cruz. Y no viéndote en un estado suficiente lamentable para satisfacer su furor, agrandaron Vuestras Llagas, agregando dolor sobre dolor. Con indescriptible crueldad, extendieron Vuestro Cuerpo en la Cruz. Y con jalones y estirones violentos, en toda dirección, destruyeron vuestros brazos y piernas.
O Jesús, en memoria de este santo dolor que habéis soportado con tanto amor en la Cruz, Os suplico concededme la gracia de temeros y amaros. Amén
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